19. sep., 2022
Entre millones de personas alrededor del mundo, cada persona que hemos conocido hasta el día de hoy, han sido parte de nuestra evolución y desarrollo. Me gusta pensar que una fuerza extraordinaria coordina cada uno de nuestros encuentros, tal vez el universo, la suerte e incluso a veces, la mala suerte, nos lleva a diferentes personas, personas que llegamos a amar toda la vida, otras que llegan a nuestra vida para enseñarnos algo, algunas que son pasajeras como estrellas fugaces, unas pocas que se quedan para siempre y otras que cuando se van duelen, duelen demasiado, duelen más de lo que las logramos amar.
Duelen hasta que drenamos toda nuestra energía y solo nos quedan fuerzas para respirar, duelen en cada segundo de nuestra existencia, estas personas normalmente duelen más de lo que deberían. Personalmente, para evitar que mi persona que se fue duela tanto, pienso lo siguiente:
“Entre los casi 8 billones de personas que existen, él y yo coincidimos el mismo día, a la misma hora, yo no morí el día que él nació, él no es de la época AC y yo no soy de la época de los dinosaurios, él no vive en otro continente y yo tan solo soy unos años menor que él, 4 años menor que él para ser exactos, ambos somos de la época donde estamos a un mensaje de cualquier persona, donde podría contactarlo por miles de plataformas, donde existe tiktok, el covid y los perritos como hijos. Una época donde hay tantas posibilidades, y entre todas estás, él y yo hicimos el amor, él fue muchas de mis primeras veces, el me enseño a amar sin límites, él abrazó mi peor lado y trabajo en sacar lo mejor de mí. Él fue mi primer amor y tuve la oportunidad de amarlo en esta vida”
Prefiero creer que el universo me lo puso en mi camino para aprender a amar, y me lo quitó para aprender a soltar, prefiero creer que el coincidir con él fue el evento más mágico de mi vida, y que él siempre será eso, magia.
Es más fácil vivir creyendo que cada persona tiene un propósito de entrar y salir de nuestras vidas, porque pensar que él me dejaría ir, que estar juntos ya no es lo ideal, que ya no existe un nosotros en esta vida, es un dolor para el que no estoy preparada. Así que prefiero confiar y creer en la magia de coincidir.