20. sep., 2022
A veces me pregunto ¿sí me extrañaras como yo a ti?, ¿sí no existe en tu cabeza una voz que te esté diciendo que me busques?, ¿acaso no piensas cada segundo de tu existencia en volverlo a intentar hasta que nos salga bien?
Estás preguntas viven en mi cabeza todos los días de mi vida, desde que despierto hasta que me voy a dormir en la noche, incluso a veces hasta aparecen en mis sueños, y la verdad puedo sobrellevar eso, sé que es parte del proceso, es tú recuerdo haciendo ruido en mi cabeza antes de desecharlo por completo.
Pero no puedo parar de pensar cómo hará ruido mi recuerdo en tu cabeza, o tal vez nunca me amaste y el dejarme ir fue una carga menos en tú vida, así que mi recuerdo no existe dentro de ti. Aunque mi corazón está convencido de que debes pensar en mí, cuando vas al gimnasio y recuerdas lo obsesionada que estaba con nunca faltar, cuando pasas por una heladería y sabes que sí estuviera ahí, ya estaríamos dentro comprando uno de vainilla con chispas de chocolate, cuando vas manejando y cantando, debes pensar en mi, es imposible que mi recuerdo no te grite cuando haces solo, lo que hacíamos juntos.
Cuando despiertas cada mañana y no estoy encima tuyo, cuando tomas tu celular en la noche y ves que no está mi mensaje de buenas noches, cuando besas a otra niña y al abrir los ojos no soy yo. Tal vez me creo más importante de lo que soy para ti, pero vamos, ¿acaso no me extrañas ni un poco?
Personalmente a veces creo que no, que no me extrañas, ni creo que haya una voz en tu cabeza que te grite mi nombre. Porque sí mi recuerdo te persiguiera de la misma manera que lo hace el tuyo, ¿dónde carajos estás en este momento?, yo estoy escribiendo sobre ti, de como te amo, te extraño, estoy escribiendo porque tu recuerdo no me deja en paz. Pero de ti, no sé nada, sin embargo, me puedo imaginar perfecto lo que haces, debes estar yendo a comprar tu almuerzo, luego vas a la universidad, después entrenas, en la noche llegas a casa a ver tus malditos partidos de tenis, tal vez juegas poker o te estás hablando con todas las niñas que siempre supe que tenías en tu universidad, porque no eres el tipo de hombre que pierde su tiempo con las mujeres.
A veces me gustaría ser como tú, tomarme todo a ligera, superar tan rápido, actuar como sí todo me importará un carajo, porque yo apenas y logró lidiar con tu recuerdo. Tal vez nuestros recuerdos son como nosotros, por eso el tuyo es un fastidio y él mío debe estar tan agotado y drenado de energía que ni siquiera puede susurrarte que aún te amo, o tal vez mi recuerdo se ha quedado en silencio para salvarme, no sé de qué o quién, pero por algún motivo el recuerdo de la persona más terca, intensa, impulsiva y un poco dramatica mujer de 19 años, no te molestado ni un poquito, para que preguntes por mí.