20. sep., 2022
En la cama, en el sofá, en la cocina, en el baño, en la alfombra, en el piso, en la parte trasera del carro, en tú casa, en la de él, en la mañana, en la noche, en la playa, en la montaña e incluso para llevar. El sexo, el segundo fenómeno social después del amor que enloquece a la población entera.
Me agrada el sexo, es tema de conversación divertido con mis amigas, es mejor cardio que correr, libera estrés, puede ser sin compromisos, en resumen, es divertido. El único problema de este increíble fenómeno, es que no lo quiero con nadie más que no sea él.
Tenemos que empezar a tener cuidado con las personas con las que nos ejercitamos en cama, porque cuando menos te lo esperas, la energía de él te invade de pies a cabeza, y sólo puedes pensar en él. Sólo puedo pensar en él y sus increíbles y confortables manos apretando mi cintura hacía él, alguien que me ayude a sacar de mi mente la imagen de su espectacular espalda, porque en cualquier momento el recuerdo de su cadena golpeando mi rostro me va dejar sin aire.
Pero, no sé si realmente teníamos sexo, porque es imposible que el sexo me haya enloquecido de esta manera por él. Hay algo más, hay algo que no quería aceptar, porque soy un poco escéptica en este tema, pero creo que hicimos el amor, creo que su delicadeza y suavidad, no venían del deseo, venían más de un sentimiento como el amor.
Tal vez esté enloqueciendo por pensar que hice el amor con él, pero, su manera de verme me gritaba que estaba loco por mí, la manera en la que lo bese intentaba decir “estoy loca de amor por ti”.
Siempre he creído que puedo vivir sin el sexo, pero ¿sin hacer el amor? No, es un gran no, no podría vivir sabiendo que existe una persona que con ponerme un dedo encima me enloquece y simplemente no lo puedo tener, es dolor que no estoy dispuesta a soportar, ¿acaso cuando empiezas a hacer el amor, el sexo deja de ser tan increíble y fabuloso?, ¿acaso el sexo deja de ser tendencia cuando hacemos el amor?
O tal vez, la química entre él y yo es tan fuerte que cualquier cosa que hagamos, mientras sea juntos, es hacer el amor. No lo sé, y me asusta, estoy aterrada de estar en otras camas y que su recuerdo se burle en mi cara porque solo tuve sexo, simple y básico sexo, sin química, sin amor, sin su increíble espalda. ¿Acaso cuando hicimos el amor me volví suya sin que me lo pidiera?